PARA LEER EN DOMINGO

Cuando la urgencia posterga lo importante

Por Dr. Roberto César Frenquelli

Hace un par de días estuve en un barsucho progre del centro con Faustito. Fuimos a descansar un rato en medio de una caminata que hicimos por un mandado que se nos encargó. Como buenos trabajadores conscientes de los nuestros derechos nos tomamos unos minutos para una modesta pitanza reparadora: gaseosa y sanguche de miga.
Tranquilos, sentaditos uno al lado del otro, con alcohol y distancia de los otros parroquianos. Todo bien.
En eso estábamos cuando noté que en los vidrios de las ventanas, en las columnas interiores, en la caja, tal vez en los baños, había un cartel bien grandecito que rezaba “# inicio de clases normal”.
Quedé sorprendido, posiblemente por mi odiosa condición de viejo garca, carcamán y algo paranoico. Me pareció un mensaje horrible, desubicado e intrusivo. Seguramente ustedes estarán pensando que no estaba, que no estoy, en uno de mis mejores momentos. No lo voy a poner en dudas. Soy capaz de estas locuras y muchas más.
No obstante, voy a tratar de regresar a mis mejores posibilidades racionales.
Voy a intentar un comentario, digamos constructivo, más sereno.
En primer lugar no me parecen mal los medios vinculados a “redes sociales”. Sería altamente contradictorio teniendo en cuenta que ahora mismo estoy en FB.
Pero, siempre hay un pero, no
me gustó esa propaganda. Me pareció un arranque interesado, tal vez provocador, de uno de estos padres derechosos que pululan en nuestro villorio.
Me pregunto si será lo único que tienen para decir sobre la educación. Por ejemplo, me gustaría saber qué piensan de la tercerizacion de la crianza que se ha impuesto desde hace tiempo. Los niños se escolarizan desde el primer año de vida! Se que es una enormidad todo este asunto. Criar hijos nunca ha sido fácil. Allí tenemos a Ana Torrent, protagonista de la magnífica “Cría cuervos”, con sus temores y fantasías en medio de una familia retorcida por los retorcido determinantes ideológicos del franquismo. Los chicos, según se decía antes, vienen al mundo con un pan bajo el brazo. Pero también con ideologías basura dentro de sus cabezas. Padres clasemedieros semi ignorantes preocupados por el gimnasio y el running, más sus 4×4, ahora ocupados por la educación de “excelencia” están afilando sus dientes para apretar en marzo. Sobre todo si pagan doble escolaridad sin respuesta a sus tiempos y pasatiempos. Aunque sepan que hoy la escuela no es más que un soporte social del caos. Tanto en la “Piringundin’s High School” del barrio Uplanders Garden como en la “Número 346 General Chamizo” de Gerli, que recomendaría Capusotto (justo al lado de la Pizzería “Los hijos de puta”).
Esa misma escuela que reparte mocos, diarreas y virus de toda clase. Y que repartirá Covid, sin dudas. Claro que esto no les calienta. Lo que importa es la cuota, que los chicos no rompan las pelotas. Dado que no es fácil leerles un cuento, ponerse a dibujar, leer o contar cuentos. Hace rato que las madres y los padres que han cedido el rol de “primeros maestros”. Los docentes, a su vez, tampoco quieren ser “segundos padres”. El lazo social, el verdadero interés comunitario está hecho mierda.
La pandemia ha mostrado que hoy los chicos van todos los días a enfermarse, a aburrirse. Pero eso no importa. “Les das pantalla y listo…, que querés?, los pibes vienen así ahora”. Y para eso qué mejor que un hashtag “político” de una clase mamarracha y desvencijada.
Aprovechar la volada para reflexionar sobre la educación queda postergada por una urgencia histérica y cabeza hueca. Total, si aprenden o no aprenden no es tan importante. Que empiecen las clases! Cómo sea! La urgencia debe reemplazar lo importante.

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