
Parte de este artículo que compartimos fue escrito allá por el 2006 en el diario «EL PAÍS», por Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza.
«Los cadáveres aparecían en las calles, enterrados en cementerios sin ningún tipo de identificación, quemados en fosas colectivas o arrojados al mar. Nunca hubo ejecuciones oficiales, porque todas eran clandestinas. En Argentina, desde 1976 a 1983, no hubo muertos: las personas desaparecían…»
Es una mirada que no por cierta, pueda considerarse completa, faltó narrar sobre las triple AAA y sus iguales de horrendos crímenes cometidos desde la derecha peronista, creada por el entonces ministro Lopez Rega, el artículo también omite mencionar los asesinatos cometidos por los terroristas del ERP, MONTONEROS y otras fuerzas irregulares, que sembraron miedo y muerte, en pos de acceder al poder a traves de la lucha armada, donde murieron muchos inocentes.
Nada de esto justifica que el general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Ramón Agosti, usurparan el poder y llevaran a cabo el genocidio más cruento de la Argentina, creer que fueron solo eso los nombres de la marquesina sería otro error, hubo empresarios, parte del clero que alentaron los hechos con su omisión y también parte de un pueblo dormido por miedo o aterrorizado, o simplemente indiferente, que no tomo parte alguna exigiendo que se cumpla la ley, la desaparición sistemática de obreros, estudiantes, intelectuales, profesionales, militantes políticos y sociales, que tenían en claro la clase de país que querían construir, usaron a los terroristas como excusa para eliminarlos, es lo que nos llevó a esta democracia enferma de corrupción, dividida y de una pobreza mental y estructural, de la cual hace más de cuatro décadas no podemos salir, y que no se necesita ser muy despierto para ver quién se beneficio con tanta muerte y dolor, en la Argentina quizás fue la más cruenta, pero ocurrió en sucesivos momentos en toda américa latina.
Los enemigos de la patria,hicieron muy bien la tarea, dividieron a la sociedad y todavía desde las sombras manejan los destinos de nuestra Argentina con la complicidad de civiles privilegiados por un sistema perverso que ha generado generación tras generación, mas pobreza, mas desigualdad y más ignorancia que es la madre de muchos de los males que no aquejan.
Pensar que hubo un solo bando con un determinado fin, creemos que es un error, llorar y recordar a los muertos de un solo lado no está bien, por eso es importante este día para abrir nuestras mentes, analizar el contexto de la época, ampliar nuestra mirada despojada de toda conveniencia, por la memoria de los que ya no están y el respeto al dolor de los que quedaron de uno y otro lado, es necesario buscar la verdad de una vez por todas, porque solo ella nos hará libres.
No va ser fácil, hay mucho odio mezclado con sed de justicia, en muchos corazones.
Renglón aparte ofrecemos un video de hace 11 años, histórico podría decirse por es el único que muestra a un ejecutivo marchando juto al pueblo en un día como hoy y a su lado, a un entrañable ser humano, que hace poco dejó este mundo buscando la verdad y la justicia sin odio en su corazón, a pesar de haber sido entre otras cosas un preso político y víctima de una dictadura que lo privó de su libertad por pensar diferente.